Training school

Nowadays, it is essential that organizations have an internal department that takes care of keeping the books and records required by tax regulations (even more so after the introduction of the Immediate Supply of Information on VAT ( SII ) ), filing returns, fulfilling certain information duties, etc. For this, the members of the firm give courses on both these matters and those related to Public Sector Law, enabling staff working on these issues to continue their duties. Activity that has also been carried out with officials from different Administrations (Autonomous Communities of Andalusia, Madrid and Murcia; Córdoba City Council, Málaga, Madrid, etc.). This activity is currently carried out by the F&J MARTÍN ABOGADOS Training School.

The School responds to the firm’s commitment to offer quality training to a wide range of social sectors: clients, people related to the business world or the Administration, professionals and students.

As regulations become more complex and constantly changing, knowledge needs to be brought up to date to ensure that the latest developments, as well as those in legislation, jurisprudence and science, are constantly updated. Updating and renewal that the Training School aims to achieve with each of its courses and conferences. To accomplish this objective, we start from two premises. The first, some quality speakers and specialists in the subject to be taught, not only in theory, but also in practice. All of them are officials of the Public Treasury, university professors and professionals from the firm and outsiders. The second, through the delivery of exhaustive documentation. This allows the student to abandon note taking and follow the interventions more effectively.

The School has two course formats. Those aimed at the general public and those requested by specific groups (in house). In each one of them, students are invited to raise their doubts through the address schooldeformation@ideolegal.com.

Press

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Los deberes del nuevo Ejecutivo en materia tributaria

12/11/2019by Ideo Legal

Javier Martín Fernández y Jesús Rodríguez

Publicado en Cinco Días el  11 de noviembre de 2019

 

El Gobierno que tendrá que constituirse para la legislatura tiene que afrontar una serie de retos de manera inmediata. En primer lugar, deberá impulsar las reformas necesarias para, en un escenario de menor crecimiento, garantizar el cumplimiento de los objetivos de estabilidad y, más allá, continuar el proceso, tímidamente iniciado, de reducción de la deuda pública. En segundo lugar y ya desde un punto de vista técnico, existen directivas cuyo plazo de transposición finaliza el próximo 31 de diciembre y que este va a ser incumplido, dada la disolución de las cámaras. Nos referimos, de un lado, a la denominada directiva de intermediarios fiscales –DAC6– y, de otro, a la reforma del régimen de las operaciones intracomunitarias en el IVA. En ambos casos existen proyectos normativos elaborados por el ministerio y sometidos a información pública, que deberán ser tramitados de forma inmediata.

En tercer lugar, debe darse respuesta, también de manera urgente, a la situación creada por los diversos pronunciamientos del Tribunal Constitucional en torno al Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, que han dejado el tributo sin reglas de cuantificación claras y han provocado una avalancha de solicitudes de devolución. En tanto no se reforme el impuesto, en el sentido de gravar únicamente plusvalías reales y en la medida en que se hayan producido, la litigiosidad continuará, comprometiendo –y esto es lo más grave– la suficiencia financiera de las corporaciones locales.

En cuarto lugar, no puede olvidarse que, a nivel global, se están discutiendo importantes iniciativas fiscales sobre las que España debe fijar posición y, en su caso, adoptar medidas internas de carácter transitorio. Nos referimos, principalmente, a los importantes avances que se han dado en el seno de la OCDE en torno a una propuesta para el gravamen de la economía digital, basada en dos pilares. El primero, relativo al nexo para someter a imposición a las empresas que, sin presencia física, obtienen rentas procedentes de nuestro territorio. El segundo pilar se refiere a la propuesta global de norma anti-erosión de la base imponible por parte de las multinacionales. En su virtud, los Estados de residencia de las matrices podrán adicionar los resultados de sus filiales extranjeras, siempre que estas no estén sometidas a una imposición mínima. Al tiempo, los Estados donde residan dichas filiales podrán negar a éstas la deducibilidad de los pagos realizados a su matriz, bajo la misma condición. Esta segunda propuesta parece de más fácil consenso. Pero el diablo está en los detalles, señaladamente, la fijación de un umbral mínimo de tributación.

Volviendo al plano interno y en quinto lugar, no debe olvidarse el elevado grado de litigiosidad que registra la aplicación de nuestro sistema tributario. Por ello es urgente diseñar e implantar una estrategia general para su reducción. Esta debe referirse, en primera instancia, al mismo proceso de creación normativa, que debe dar lugar a normas más sencillas y fáciles de interpretar. Pero también al proceso de aplicación de los tributos, favoreciendo la relación cooperativa, la implantación de buenas prácticas tributarias en las empresas y el acuerdo con la Administración. Finalmente, deben adoptarse medidas en la fase de revisión consistentes, de un lado, en favorecer la conciliación y, de otro, en acortar los tiempos de respuesta a las discrepancias jurídicas. Para terminar, pero no porque sea menos importante, sino porque es lo más complejo, debería acometerse una reforma de los sistemas de financiación autonómico y local, lo que afecta al diseño de la mayor parte de los impuestos. Para ello serán necesarios, nos tememos, amplios consensos.